El lecho de muerte es aquel punto cuando realmente te preguntas ¿Qué es lo que he hecho con mi vida?. Yo no vengo a darte una guía de cómo hacer que este proceso sea completamente fácil pues como bien sabemos, todos somos diferentes y asimilamos, entendemos y comprendemos las situaciones de diferentes maneras.

Hoy vengo a explicarte que es bastante normal que te sientas así y que te tomes el tiempo necesario para asimilar este duelo, es normal sentir enojo o tristeza, no se trata de un proceso sencillo pero tampoco es algo imposible.

En ocasiones nos preguntamos:

¿Qué haría si supiera cuándo es el día y la hora de mi muerte?

Muchas personas responderían que se irían de viaje o harían algún evento familiar para poder conciliar la paz de una u otra manera, pero siendo honestos ¿Esto es lo que harías realmente?.

Puedo apostarte una fortuna que, si un doctor te dijera con certeza que te queda solo una semana de vida, estarías en shock, paralizado y desubicado, tendrías la mente en blanco y entenderías que todo aquello por lo que haz luchado a lo largo de tu vida dejará de tener sentido y valor.

Llegado este punto te preguntarías ¿Qué es lo que he hecho con mi vida? Es por eso que estoy aquí, no vengo a darte una guía sobre cómo llevar este proceso, sin embargo, puedo ayudarte a que la transición sea en armonía. Basado en tus pensamientos, ideologías y necesidades podré entenderte y comprenderte mejor.

No vengo a decirte como debes de sentirte sino a tomarle el tiempo necesario para que juntos afrontemos el futuro con valor. A veces la vida suele sorprendernos de maneras misteriosas y en ocasiones nos quita más de lo que esperamos, sin embargo, el valor que nosotros otorgamos a las cosas hace valer cada instante, volviendo maravillosa la experiencia de vivir.

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